Las varas son las insignias más simples y numerosas de cuantas componen el conjunto. Tras el estandarte corporativo, que permanentemente ostenta la representación de la Archicofradía, son las que más uso tienen. Si bien el conjunto completo, formado por diferentes juegos de piezas, sólo es empleado durante la Estación de Penitencia. Desde antiguo, las varas son objetos que materializan la autoridad, responsabilidad y mando de quien las porta. De hecho, en la mayor parte de las ocasiones, son éstas las que identifican el cargo y jerarquía de quien las porta.
El juego más importante de los que actualmente están en uso es el que corresponde a las varas de presidencia, que seguramente fueron realizadas por Manuel Seco Velasco en 1956, cuando consta el estreno de 12 de estas varas. El juego de varas de presidencia se compone precisamente de 12 ejemplares de los cuales la del Hermano Mayor es completamente dorada y presenta una decoración diversa en el asta, presentando los escudos de las hermandades trianeras. El remate es una “galleta” de forma circular y calada centrada en una O mayúscula sostenida por dos ángeles entre roleos vegetales, todo ello rodeado de una ráfaga circular de rayos rectos que se rematan en una corona real con cruz en la cúspide. La galleta se asienta sobre un templete constituido por formas sinuosas que contiene un cáliz con la sagrada forma. Originalmente, esta vara de Hermano Mayor poseía un cuerpo intermedio que alojaba una reproducción en miniatura de la Giralda, que fue retirada en los años setenta. Otras dos varas de este juego son diversas en su formato: la del Mayordomo es una vara corta, aproximadamente de un metro de altura, cuyo asta no es de tubos separados por nudetes, sino que es un vástago entorchado y macizo con decoración incisa geométrica, articulado en tramos por nudetes. El remate es una galleta como las que se usan en el resto de varas de la presidencia. La particularidad de esta pieza, aparte de su longitud es que está completamente dorada. La vara del Diputado Mayor de Gobierno es también completamente dorada y de proporciones reduidas, si bien la galleta es más simple que las del resto del juego, semejándose más a la galleta de las varas del primitivo juego de presidencia. Las restantes nueve varas son todas similares, presentando asta a base de tubos repujados separados por nudetes y la galleta descrita. Todas ellas de metal y completamente plateadas excepto la del Teniente de Hermano Mayor que lleva la galleta y el templete dorado.
Anteriormente a este juego existió uno ejecutado en 1901, ejecutado por Ricardo Montero según diseño de Antonio Cruz. Se conservan un total de 9 ejemplares que hoy figuran acompañando al Libro de Reglas y al Estandarte corporativo. Consisten en un asta de metal liso compuesto a partir de cañones lisos de sección octogonal separados por nudetes y rematados por una galleta circular, orlada de rayos rectos que contienen una O mayúscula entre palmas timbrada por la corona real. Todo ello en metal plateado. De la misma época se conservan dos varas de diputado, de asta corta y cañones de sección circular que rematan en la misma galleta descrita, que hoy emplean los dos diputados de paso que figuran en el cortejo procesional.
El juego de varas más nutrido es el que acompañan a las restantes insignias, excepto la bandera pontificia y el guion sacramental, que poseen varas de acompañamiento específicas. Este conjunto de varas se ha ido componiendo a lo largo de varias décadas y en distintos talleres de orfebrería en base a un mismo modelo: asta de madera lisa barnizada en tono oscuro con el tramo inferior y superior de metal repujado y rematado por una galleta circular que presenta el escudo simple de la Archicofradía rematado por la corona real y orlada por rayos rectos.
Las varas de la Bandera pontificia son cuatro y reproducen el modelo descrito excepto en el timbre de la galleta, donde se sustituye la corona real por la tiara pontificia. Las que corresponden al acompañamiento del Guion Sacramental, son igualmente cuatro, presentan un asta de madera con las mismas características descritas, pero ligeramente más fino que el de las demás varas con asta lignaria. El tramo inferior y el superior están cincelados con motivos helicoidales y la leyenda ALABADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO. La Galleta es similar al resto pero con proporciones igualmente reducidas y en lugar de la corona llevan como remate un ostensorio alusivo al acompañamiento que hacen. Los dos juegos de cuatro varas fueron diseñados por Carmelo Martín Cartaya y estrenados en 1991, correspondiendo su ejecución a los talleres de Viuda de Villarreal.