Pintura

PATRIMONIO ARTÍSTICO

Pintura

A lo largo de sus más de 450 años de historia, la sede canónica de la Archicofradía Sacramental de La O, ya en la iglesia del hospital de Santa Brígida o el actual templo elevado hoy a rango parroquial, o las dependencias anexas a éste, contó siempre con una nada despreciable colección pictórica.

En efecto, parte importante en el adorno de los templos católicos es la decoración pintada, bien sobre los muros y paramentos, bien a partir de obras muebles o de caballete. El conjunto de pinturas que actualmente se conserva en el templo parroquial de Nuestra Señora de La O es el producto de la acumulación a lo largo de la historia y también de la supervivencia misma de las obras, puesto que una parte de las que llegaron en algún momento se han perdido. No obstante, la colección que hoy puede admirarse en el templo es de una considerable calidad.

San Juan Evangelista
San Juan Evangelista en Patmos

En primer lugar destaca San Juan Evangelista en Patmos, obra certeramente atribuida a Juan del Castillo, maestro de Murillo, que se fecha en torno a 1630, siendo ésta la pintura de mayor antigüedad de las que cuelgan de los muros del templo. Este óleo sobre lienzo situado en el presbiterio representa al discípulo amado en una de las iconografías más frecuentes: la visión de la mujer apocalíptica durante la redacción del libro del Apocalipsis. Se trata de un tema en directa conexión con la Inmaculada Concepción. De hecho, la mujer que aparece representada en el ángulo superior izquierdo de la composición repite la iconografía inmaculista.

Frente a este cuadro figura la Sagrada Familia, obra fechable hacia 1680 que diversos especialistas han relacionado con el quehacer de Juan Simón Gutiérrez, autor activo durante el último tercio del siglo XVII situado en la órbita de Murillo, de cuyos modelos depende en sus composiciones.

Cristo Crucificado

Sobre el portón de acceso a las dependencias de la Archicofradía cuelga un lienzo con el tema de la Adoración de los Pastores. De formato horizontal, esta pintura no ha sido documentada por el momento, aunque el profesor Ángel Justo la sitúa en la estela de Jerónimo Ramírez, autor sevillano del segundo tercio del siglo XVII, dadas las similitudes encontradas entre esta pintura y otra documentada del mencionado autor conservada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Del testero de la capilla bautismal y orlada por una cenefa de pintura mural ejecutada en 1961 por Joaquín Garrido, cuelga un monumental lienzo que representa a Cristo Crucificado. Se trata de una copia académica, probablemente realizada en la segunda mitad del siglo XIX, de un original de 1650 pintado por Francisco de Zurbarán que hoy se conserva en el Museo Hermitage de San Petersburgo. Este lienzo, al parecer procedente de la Real Academia de Santa Isabel de Hungría, se incorporó al elenco de pinturas que decoran el templo a raíz de la profunda remodelación que sufrió el mismo en el aludido año 1961.

Otros tres lienzos más cuelgan de los muros de esta capilla. De pequeño tamaño, dos de ellos hacen pareja y representan a San José con el niño Jesús y San Antonio de Padua con el niño Jesús, ambos de escuela sevillana y fechables a finales del siglo XVIII. Un poco mayor es la Presentación de la Virgen en el Templo, también encuadrable en el siglo XVIII y que sigue el modelo de Matías de Arteaga.

Santa Bárbara
Santa Bárbara Coronada por los Ángeles

El altar situado a los pies de la nave del Evangelio está presidido por una de las obras pictóricas más destacadas de todas cuantas se contemplan en el templo. Representa a Santa Bárbara coronada por los ángeles. Una pintura rematada en medio punto que Ángel Justo ha relacionado con el quehacer de uno de los discípulos de Murillo, Sebastián Gómez, llamado “El Mulato”, que procede del desaparecido Oratorio de San Felipe Neri y que llegó a La O en 1868 con el gran conjunto de obras de arte procedentes del mencionado establecimiento filipense por concesión del Ayuntamiento de Sevilla. Sobre este lienzo se puede admirar la que por ahora es la última incorporación a la colección pictórica de la Archicofradía: Cristo muerto en la cruz, obra y donación póstuma de Rafael Ávila Quijano, hermano que fue de la corporación y que también es autor del cartel del XXXVII Pregón de la Esperanza, celebrado en 2011.

Del siglo XVIII es también un lienzo que representa a Cristo con la Cruz a cuestas, que pende del muro del lado del Evangelio. Se trata de un modelo muy repetido y del que se conservan numerosos ejemplares, todos ellos realizados a partir de grabados, especialmente de Hans Schäufelein. Del mismo siglo es una Divina Pastora, que sigue el modelo creado por Alonso Miguel de Tovar. También interesante es un pequeño lienzo que representa a las Ánimas Benditas del Purgatorio, recientemente restaurado, que ha sido
colocado en la nave de la Epístola junto a otro lienzo también recuperado recientemente y que representa a San Millán de la Cogolla. De igual modo, en dependencias de la  Archicofradía se conservan otros lienzos de menor interés, como un San Fernando, La Virgen Niña hilando o un retablo portátil realizado en óleo sobre tabla y que recoge las imágenes de los sagrados titulares. De igual modo, otra de las imágenes titulares aparece representada en pintura, esta vez en óleo sobre lienzo, realizada por Rufína García Montalbán en 1853 con motivo del regalo que SAR la infanta María Luisa Fernanda había realizado a la imagen gloriosa de Nuestra Señora de La O, consistente en un vestido de
tisú blanco de oro y un manto de terciopelo rojo con ribete y forro de armiño, tal y como se aprecia en la pintura que hoy cuelga sobre el acceso a la sacristía del templo.

Virgen de Guadalupe
Virgen de Guadalupe

Otra pintura fruto de singular devoción es la que representa a la Virgen de Guadalupe, obra anónima del siglo XVIII y escuela mexicana, que fue regalada a la Archicofradía de La O con motivo de la peregrinación de unos fieles de la diócesis de Puebla de Los Ángeles en octubre de 1957. Obra que preside un retablo realizado en cerámica, en la nave del Evangelio.

Mención aparte merecen las obras pictóricas que han servido para anunciar o conmemorar diversos eventos de la historia de la Archicofradía y cuyos originales conserva la corporación. De este modo pueden destacarse el gran cuadro que sirvió de cartel para el III centenario de la construcción del templo, de José Antonio García Ruíz, o el que anunció la Coronación Canónica de María Santísima de La O en 2007, realizado por Manuel Campos
Galván. De igual modo, Antonio Martínez Fernández realizaría en 1994 el cartel anunciador del via crucis de las cofradías de Sevilla, presidido por Nuestro Padre Jesús Nazareno, así como en 2011 Francisco Martín Cartaya realizó el que conmemora el CCCXXV de la realización de la sagrada imagen de nuestro titular.