HISTORIA

El siglo XVI. De los orígenes fundacionales a la ayuda de parroquia (1566 – 1615)

No es posible concretar la fecha exacta de la fundación, que es anterior a 1566, cuando se aprobaron las primeras reglas. Al menos desde entonces, la Hermandad de la O ha permanecido de forma continua en el mismo enclave geográfico y en la misma sede eclesiástica, ocupándose de la asistencia religiosa del vecindario del sector norte de Triana.

Entre los fundadores abundaban las gentes del campo, que tenían por patrona a Santa Brígida, junto a algunos olleros devotos de las Santas Justa y Rufina, a los que se fueron sumando artesanos de diversos oficios, trabajadores de las almonas y pescadores.

Ermita de Santa Brígida en el siglo XVI

Los principios doctrinales promulgados por el Concilio de Trento, dieron pie a la fundación de cofradías de penitencia a partir de la segunda mitad del siglo XVI; cuando, según el notario apostólico Francisco de Sigüenza, en Sevilla se aprobaron más de veinte reglas, entre ellas las de la Cofradía de Nuestra Señora de la O.

El fin de los promotores de las primitivas reglas, en agosto de 1566, fue la de:…guardar y ordenar una nueva cofradía y hermandad la advocación de la qual es de señora sancta Maria de la O. Como instrumento para conseguir la salvación:…nuestro principal intento es de hazer algunas buenas obras en las quales merescamos gozar de su gloria como verdaderos christianos pues dios ansi lo manda y encarece en el evangelio, diziendonos que nos amemos unos a otros asi como él nos ama a nosotros. Ejemplo para las generaciones futuras: …que seamos luz y camino de los que adelante seran para que cumplan las obras de misericordia con los pobres (…)

En las reglas se establecía la estación de penitencia en la noche del Jueves Santo. El Viernes de Madrugada desde 1578. Iba desde la ermita de Santa Brígida y Nuestra Señora de la O hasta la parroquia de Santa Ana. En ella participaban hermanos de sangre, que debían ir:…descalzos con sus túnicas de capirotes romos de angeo crudo e sus escudos con su insignia de nuestra señora de La O al lado del corazón, sus disciplinas con sus carretillas de plata y cofrades de luz portando cirios encendidos y vestidos con sus túnicas y capirotes. Al final se situaban las cofradas, que acompañaban la procesión vestidas de luto y con el rostro descubierto. También participaba un nutrido convite de clérigos, asistido por acólitos. Así como un grupo de músicos y cantores que entonaban salmos penitenciales.

Durante la estación, todos los participantes debían rezar quince padrenuestros con sus correspondientes avemarías en sufragio por las almas de los hermanos difuntos.

En los primeros tiempos se sacaba un Crucificado portado en unas sencillas andas por servidores, al que se denominaba Santo Cristo. En la segunda década del siglo XVII empezó a salir la Virgen Dolorosa de la O en andas y bajo palio.

Flagelante

Concluida la estación y antes de abandonar el templo, los hermanos se postraban ante la imagen de Santa María de la O y rezaban un avemaría por los fieles difuntos, quedando emplazados al alba del Domingo de Resurrección, para:… facer procesión desde nuestro hospital hasta la Yglesia de señora santa ana la mañana de Resurrección y que se diga una misa cantada y sermón qual fiesta se haga con toda solemnidad regozijo.

Durante el año, la Hermandad de la O celebraba cultos a:

  • Nuestra Señora de la O, el 18 de diciembre, con toda la solemnidad que se pueda y estando obligados a asistir todos los hermanos, así como a la víspera.
  • Santa Brígida, el 1de febrero, una misa cantada con sermón, orquesta y ministriles.
  • Las imágenes de Santas Justa y Rufina se llevaban el 1 de julio en procesión a la iglesia de Santa Ana, donde se decía una misa con sermón.
  • Misa todos los domingos del año para facilitar el cumplimiento de los vecinos del sector norte de Triana. El primero de cada mes, cantada, en honor de la Virgen de la O.

Por Pascua Florida se llevaba a cabo una procesión para llevar la comunión a los enfermos e impedidos de la demarcación de la O.

La Cofradía de Nuestra Señora de la O participaba en otras procesiones habituales como las del Corpus Christi, tanto la organizada en Sevilla como la de Triana; o en la de la Bula de la Santa Cruzada. Y extraordinarias, como la organizada el 14 de junio de 1579 para trasladar a la Capilla Real a la imagen de la Virgen de los Reyes y los sarcófagos con los restos de San Leandro, Fernando III y Alfonso X el Sabio. En la que ocupó el décimo quinto lugar entre las cofradías hispalenses por su antigüedad.

Entre sus fines fundamentales está el de la práctica de las obras de misericordia y en especial la de enterrar a los difuntos. A regular los entierros se dedican veinticinco de los sesenta y siete capítulos de las Reglas de 1566. Atendiendo no sólo al cofrade difunto, sino también a los cónyuges, hijos y criados que llevasen dos años en su propia casa; así como a los pobres acogidos en su hospital.

Para ser recibido como hermano se exigía ser persona honrada, de buena vida y fama, aceptándose incluso a los moriscos y mulatos si eran cristianos viejos, quedando sólo excluidos los negros y esclavos. Los cofrades estaban obligados a participar en las procesiones, en los cultos y honras funerarias así como a asistir a los cinco cabildos que se celebraban durante el año.

Para gobernar la Hermandad, el cabildo de hermanos elegía anualmente al Prioste, que era la máxima autoridad, varios mayordomos encargados de custodiar, mantener y acrecentar el patrimonio, escribanos que actuaban como secretarios y alcaldes encargados de mantener el orden. Además había un espitalero o peón, encargado de las dependencias del hospital y sus enseres y hacer la labor de muñidor.

Para atender las necesidades espirituales del creciente vecindario de este sector trianero, el arzobispo D. Pedro de Castro y Quiñones decidió convertir a la iglesia de la O en auxiliar de la parroquia de Santa Ana, elevando a oficial lo que desde hacía décadas venía ocurriendo en la práctica. De su administración se hizo cargo uno de los curas beneficiados de Santa Ana.

A partir de ese momento comenzaron a administrarse los sacramentos del Bautismo, la Penitencia, la Eucaristía y la Extremaunción a los fieles incluidos en su propio padrón, separado del de la parroquia. Así como a celebrarse misa diaria, todo ello costeado por los hermanos

También se reconoció a la Cofradía el derecho a sacar en procesión a Jesús Sacramentado por Pascua Florida y en otras ocasiones para llevar la Comunión a los enfermos, lo que suponía para la Hermandad el carácter sacramental, pese a no estar establecida en una parroquia.