Proyecto túnica del Señor
La dimensión simbólica y teológica de la imagen de Jesús Nazareno
La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, no sólo es una obra artística de primera categoría, sino que además supone una indiscutible fuente de riqueza espiritual y teológica. Concebida para salir en procesión representando el pasaje evangélico en el que Jesús camina con la cruz al hombro por la calle de la Amargura, en el momento del encuentro con las santas mujeres de Jerusalén, la imagen del Señor incorpora aparte de la narrativa, una profunda dimensión simbólica y teológica, en la que, además de la propia escultura intervienen los atributos que la identifican como Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, la cruz de carey y plata, la indumentaria con la que se le reviste y por supuesto el paso procesional con todos sus elementos.
De este modo, la visión que ofrece Nuestro Padre Jesús Nazareno sobre su paso procesional cada Viernes Santo, trasciende el relato evangélico y nos traslada la visión de quien reina vestido de majestad en el trono celestial, a la derecha del Padre. La cruz de carey y plata no se revela como un patíbulo de muerte sino como joya preciosa donde se materializa nuestra Redención, de ahí la utilización de materiales preciosos en su hechura. Las potencias doradas nos llaman la atención sobre la divinidad del Señor, y el paso procesional, retablo itinerante de abultada y dorada talla, nos sitúa en el plano sobrenatural en el que las calles de Jerusalén se han transformado en una tupida alfombra de lirios. Finalmente, la túnica ricamente bordada que ahora va a recuperarse, completa la visión majestuosa de Nuestro Padre Jesús Nazareno, ataviado de rica ornamentación bordada, lo que nos permite reconocer en Él al dios humanado, nuestro Padre Amoroso que piadoso nos da la Salvación.
Antecedentes históricos: A la altura de lo mejor conocido
El 10 de mayo de 1889, nuestra Archicofradía, reunida en cabildo, tomó la histórica decisión de renovar completamente el ajuar procesional bordado de nuestras imágenes titulares, es decir: manto y palio, así como una nueva túnica bordada para Nuestro Padre Jesús Nazareno. En ese cabildo se expresa claramente la intención de que las nuevas prendas han de ser “a la altura de lo mejor conocido” hasta el momento. D. Francisco Díaz Burgos es el Prioste, cargo que en aquel momento equivalía al de Hermano Mayor.
El 4 de agosto de 1889, se presentan los primeros dibujos de todo el proyecto de renovación del ajuar bordado. Se acuerda exponerlos en la sala capitular tres o cuatro días festivos.
El 14 de septiembre de 1890, algo más de un año después, la comisión encargada al efecto muestra en cabildo los dibujos definitivos de Manuel Beltrán para la nueva túnica de Jesús Nazareno.
El 29 de marzo de 1891 se estrena la túnica en la Estación de Penitencia del Viernes Santo.
Aunque sabemos tanto documentalmente como gráficamente que la realizada por las Hermanas Antúnez no es la primera túnica bordada que tuvo el Señor. Se tiene constancia que ya en 1712 se le confeccionó una bordada en oro sobre terciopelo. Parece que posteriormente en ningún momento salvo los años que van desde 1938 hasta ahora, no ha dispuesto de una prenda bordada en su ajuar.
El 10 de abril de 1938, D. Guillermo Carrasquilla se compromete a realizar “un mantolín y dos sayas de camarín” para la imagen dolorosa de Nuestra Señora de La O aprovechando el bordado de una túnica de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Martín Alborch se compromete a entregar al señor Carrasquilla el terciopelo necesario para los trabajos mencionados y 2.250 Pts. En plazos mensuales de 50 Pts. Hasta extinción del débito.
Como es sabido y tal como estaba acordado, los bordados de la antigua túnica de Nuestro Padre Jesús Nazareno fueron desmontados para confeccionar el que todos hemos conocido como terno negro de la Virgen, saya y manto de camarín, y una segunda saya en terciopelo burdeos, que han servido desde 1938 de forma casi ininterrumpida como ajuar de nuestra titular.
Puesta en valor y recuperación de unas piezas históricas
Los bordados de la antigua túnica rica del Señor, ahora formando parte del terno negro y saya roja de la Virgen, fueron deteriorándose progresivamente hasta ser considerados inservibles. Momento en el que se inició un proceso tanto de puesta en valor como de concienciación de la importancia, categoría y trascendencia de esta joya patrimonial. En paralelo, crecía la idea de recuperar la túnica rica del Señor.
A partir de ese momento se fueron sucediendo toda una serie de trabajos conducentes, en primer lugar, a conocer de cerca y evaluar el estado de conservación de los bordados del terno negro. Se realizaron completos reportajes fotográficos y se consultó a diferentes expertos, tanto maestros bordadores como profesionales de la conservación y restauración especializados en textiles.
En esa fase de consultas y diagnóstico, ya se planteó el poder recuperar la túnica del Señor con los bordados originales. La respuesta de todos los profesionales fue unánime en este sentido. El altísimo nivel de deterioro que presentaban un importante porcentaje de los bordados conservados hacía inviable poder recomponer con las piezas conservadas una túnica de salida. No obstante sí había opción de recuperar los bordados manteniendo el uso que habían venido teniendo durante más de ocho décadas, como parte del ajuar de la bendita imagen dolorosa de María Santísima de La O
En consecuencia, el pasado mes de abril de 2022, tras un largo proceso de maduración y las oportunas consultas, se firmó el contrato con el taller de sucesores de Elena Caro para la recuperación de los bordados de las hermanas Antúnez presentes en el terno negro de María Santísima de La O. Estos trabajos han visto la luz tras un laborioso proceso, en el que con gran celo que todos hemos podido admirar en el pasado triduo y besamanos en honor de la Santísima Virgen.
De forma casi paralela a los trabajos de recuperación de los bordados del terno de las hermanas Antúnez, se tomó conciencia de que, con independencia de que las piezas originales del siglo XIX no pudieran emplearse para reconstruir la túnica rica de Nuestro Padre Jesús Nazareno, se debía continuar trabajando en el sentido de conocer cuáles eran las posibilidades de recuperar tan importante obra. Lamentablemente no se conservan los dibujos originales de Manuel Beltrán, por lo que a nivel de diseño habría que reconstruir la túnica a partir de los testimonios gráficos disponibles.
En consecuencia, el pasado mes de marzo de 2023 comenzaron los contactos con D. Francisco Javier Sánchez de los Reyes, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y reputado diseñador, quien por su sólida trayectoria y acreditada experiencia pareció la persona idónea a quien encargar los trabajos para estudiar la viabilidad de recuperar la añorada túnica rica de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Tras la Semana Santa de 2023 y ya con el encargo formalizado, el señor Sánchez de los Reyes comenzó a trabajar para restituir en dibujo la túnica del Señor. Para ello, se hizo acopio de todas las fotografías antiguas disponibles en las que aparecía la presea, así como un concienzudo y minucioso estudio técnico y artístico de las piezas bordadas conservadas, que en ese momento estaban siendo recuperadas en el taller de sucesores de Elena Caro y que también se fotografiaron y midieron una a una con alta resolución.
Quiso la Divina Providencia que, en los meses en los que estaba desarrollándose este proceso de reconstrucción del dibujo a partir de las fotografías y piezas conservadas en el manto y las dos sayas de María Santísima de La O, llegara al mismo taller donde se llevaban a cabo los trabajos de recuperación del terno de las hermanas Antúnez, un manto negro bordado en oro propiedad de la Virgen de los Dolores de Castilleja de la Cuesta, titular de la Hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción. En ese manto, se pudieron identificar bordados procedentes de la túnica de Nuestro Padre Jesús Nazareno, piezas que precisamente completaban el puzle que el señor Sánchez de los Reyes trataba de completar.
Hoy sabemos que la aludida hermandad aljarafeña concertó con Guillermo Carrasquilla el mencionado manto en los años cuarenta del siglo XX y para su realización empleó algunas piezas procedentes de la túnica del Señor y que no habían sido empleadas en el manto y dos sayas que conservamos en La O. Piezas a las que se ha podido acceder y que recientemente han sido presentadas tras finalizar su restauración.
Durante los casi nueve meses que han durado los trabajos de restitución del dibujo de la túnica, Francisco Javier Sánchez de los Reyes ha empleado toda su pericia en ir dibujando cada una de las piezas que se conservan y las ha ido encajando en el diseño general a partir de las referencias obtenidas a partir de los testimonios gráficos que se han podido reunir. En este trabajo se han documentado igualmente cada uno de los tipos de puntadas, calibre y calidad de los hilos, naturaleza de los rellenos, así como todas las especificaciones técnicas de los distintas, hojas, tallos, flores y demás ornamentos que componían la túnica original.
Dentro de este proceso se realizaron pruebas de patronaje del dibujo que se han ido probando directamente sobre la imagen aprovechando los cambios de indumentaria. De este modo, el trabajo de diseño se ha podido ajustar de forma exacta a las dimensiones y posición de la imagen del Señor, permitiendo un mejor conocimiento de cómo estaba construido el sistema de ornamentación de la túnica, así como las rectificaciones oportunas antes del diseño definitivo.
Una vez se terminó con el proceso de replanteo de las piezas y el encaje en el dibujo completo, se ha realizado una versión coloreada del mismo, que incluye la vista frontal, la trasera, las mangas y una vista del desarrollo completo de la pieza a escala 1:2. Estos dibujos han sido digitalizados en alta resolución e impresos a tamaño natural en un material textil que ha permitido una segunda prueba de patronaje sobre la imagen del Señor, cuyo resultado satisfactorio ha permitido dar por concluidos los trabajos de reconstrucción de los dibujos y diseño.
Finalizada con éxito esta fase, se ha entrado en contacto con el prestigioso taller de bordados Santa Bárbara, regentado por D. Joaquín López González, maestro bordador, quien se hará cargo de hacer realidad el diseño aportado por Francisco Javier Sánchez de los Reyes. Se trata de un gran proyecto cuya duración estará dentro del periodo del mandato de la actual Junta de Gobierno y su coste se ha presupuestado con arreglo a las posibilidades actuales de la Archicofradía.
No obstante, la trascendencia y envergadura de la obra que se ha proyectado, la mayordomía de la Archicofradía ha abierto toda una serie de vías para la participación de hermanos, devotos y fieles mediante donativos puntuales o suscribiendo cuotas voluntarias.
Cualquier persona puede colaborar con este magno proyecto de las siguientes formas:
Por transferencia bancaria en la cuenta: ES38 2100 8410 2923 0002 6286
O por bizum al código: 00192
Indicando en ambos casos el concepto: Túnica del Señor
También se podrán suscribir cuotas voluntarias a través de la mayordomía de la Archicofradía.
El formulario de solicitud de aportación puede descargarse aquí: