Cada Viernes Santo y como ordenan sus reglas, la Archicofradía Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de La O, realiza pública y solemnemente Estación de Penitencia a la Santa Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla.

Los hermanos participan en este acto público de penitencia vistiendo túnicas de cola y antifaces de raso de seda y color morado romano. La túnica se abotona en la parte delantera con botones forrados de la misma tela, así como en las bocamangas. La cola va plegada a la mitad y recogida con cíngulo de seda con dos cordones morados y uno de color oro, rematados en borlas en los extremos, que a su vez ciñe la cintura del nazareno. Todos los nazarenos excepto manigueteros y penitentes con cruz, llevan capirote bajo el antifaz. Al cuello, bajo el antifaz, llevan el cordón y la medalla de hermano, y al centro del antifaz y a la altura del pecho llevan bordado el escudo simple de la Archicofradía. Este atuendo se complementa con zapatos, calcetines y guantes negros.
El cortejo penitencial lo abre el nazareno fiscal de la Cruz de Guía, que porta un Palermo de madera con empuñadura, escudo y regatón de metal plateado. Es el encargado de seguir el itinerario y controlar el tiempo de avance de la cofradía. Le siguen dos parejas de hermanos con cirio que actúan de escolta que preceden a la Cruz de Guía, obra de Joaquín Ferreira entre 1902 y 1903, a la que acompañan dos faroles de asta realizados en 1976 por Orfebrería Villarreal portados por sendos nazarenos.
A continuación se suceden los tramos de hermanos nazarenos con cirio, que se ordenan según su antigüedad en la pertenencia a la Archicofradía, siendo los más antiguos los que figuran más cerca de cada uno de los pasos. Cada uno de los tramos cuenta con un número homogéneo de parejas de hermanos nazarenos que portan cera de color rojo alusivo al carácter sacramental de la Archicofradía. Durante la Estación de Penitencia portan el cirio alzado apoyado sobre la cintura inclinándolo hacia la parte interior del cortejo. Cada tramo lleva uno o dos hermanos celadores que portan Palermo de madera y plata, y canasto de madera forrado de terciopelo morado con remates y cantoneras de plata repujada donde se observa el anagrama de Jesús para los tramos del cortejo de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y el de María para los de María Santísima de La O. Son los encargados de velar por el orden de la cofradía y de auxiliar a los hermanos nazarenos, procurando que la cera esté encendida y regular la separación entre las parejas según la necesidad. Los celadores están a la supervisión de los dos diputados de paso, correspondiendo uno a cada paso, y que portan una vara corta de metal plateado, de cañones lisos y con el escudo simple de la archicofradía en la galleta. Todo el cortejo es responsabilidad del Diputado Mayor de Gobierno, quien controla el cumplimiento de las reglas y reglamento durante la Estación de Penitencia y a su vez es responsable de mantener el orden dentro del cortejo así como de las decisiones que atañen al mismo. Porta vara corta de metal dorado con cañones entorchados y el escudo simple de la archicofradía. Así mismo, el mayordomo también vela por el buen mantenimiento de los bienes materiales de la corporación y figura en el cortejo portando vara corta de metal dorado, con cañones entorchados y escudo completo de la archicofradía en la galleta.
Separando los tramos que forman parte del cortejo figuran las insignias de la cofradía. Son elementos que aluden a la historia, carácter y títulos de la Archicofradía. Cada insignia es portada por un hermano nazareno y acompañada por otros cuatro que portan varas. El juego de varas de las insignias sigue un modelo uniforme: asta de madera barnizada en su color, con regatón, remate y galleta de metal plateado y repujado con el escudo simple de la archicofradía. Estas varas simples fueron originalmente diseñadas por Manuel Seco Velasco hacia 1950 y han sido reproducidas por distintos talleres y en diferentes etapas, conforme ha ido creciendo el número de insignias y el de varas que las acompañan.

La primera de las insignias que sigue a la Cruz de Guía es el Senatus, que simboliza al poder romano bajo el que se desarrolló la Pasión y Muerte de Jesucristo. De carácter tradicional, figura desde antiguo en el cortejo procesional y su presencia es común en la práctica totalidad de las cofradías sevillanas. Figura en el cortejo portado por un hermano nazareno y acompañada de cuatro nazarenos más que portan varas simples.
Seguidamente, entre el segundo y el tercer tramo de hermanos nazarenos del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno figura el Banderín de la Juventud Cofrade, incorporado al cortejo en 1973, momento de la fundación del grupo joven de la Archicofradía donde se aglutinan los hermanos de menor edad que son el futuro de la corporación. Es portado por un nazareno al que acompañan otros cuatro con varas simples.
A continuación aparece la Bandera Morada y Blanca, que son los colores de la corporación. Se trata, junto con el estandarte y la cruz de guía, de una de las insignias más antiguas de la cofradía, por lo que ha sido renovada en múltiples ocasiones aunque no ha variado prácticamente en nada su formato: una pieza cuadrada de seda blanca en la que se inscriben dos bandas de color morado formando una cruz, en el centro aparece bordado el escudo simple de la Archicofradía. Hace alusión al carácter penitencial de la misma y es el precedente formal del estandarte. Ya aparece en las representaciones más antiguas de la Cofradía como son las litografías de M.Grima, junto con la cruz de guía, senatus, bocinas, estandarte blanco y la manguilla, o la clásica fotografía de Lucien Levy entre 1877 y 1881, en la que se ve el cortejo procesional discurriendo por la calle Betis en la mañana del Viernes Santo. La porta un nazareno al que acompañan otros cuatro con sus varas simples.
El quinto tramo del cortejo procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno es abierto por la Bandera Pontificia, se trata de una pieza cuadrada de seda con dos bandas verticales de color amarillo dorado y blanco, los mismos de la bandera del Estado Vaticano. Hace alusión al carácter de pontificia que ostenta la Archicofradía en su título, merced a las gracias y bulas concedidas por la Santa Sede a la corporación, especialmente por el Papa Clemente XIII, cuyo escudo aparece bordado al centro de la bandera. Esta insignia se incorporó al cortejo en los años ochenta y es portada por un hermano nazareno al que acompañan otros cuatro portando varas simples rematadas con la tiara pontificia en la galleta realizadas en 1991.
La última de las insignias del cortejo de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la que abre a su vez el último de los tramos de nazarenos con cirio es el Guión Sacramental. Ocupa puesto de preferencia por ser alusivo al carácter sacramental de la Archicofradía, si bien no se trata de una insignia propia de un cortejo penitencial, sino eucarístico, aunque su uso se ha extendido notablemente en las cofradías sevillanas. Es portada por un hermano nazareno y acompañada de otros cuatro que llevan las varas sacramentales de la Archicofradía, que si bien siguen el modelo de las simples, son de sección más fina, labrado diverso y las galletas están rematadas por el viril eucarístico.

Tras la última pareja de nazarenos del sexto y último tramo del cortejo de Nuestro Padre Jesús Nazareno, figura la antepresidencia, formada por cinco nazarenos con varas simples. A ellos les sigue la presidencia, formada por cinco nazarenos que según el reglamento vigente debe estar encabezada por el Teniente de Hermano Mayor o quien le sustituya, portando la vara correspondiente, completamente repujada de metal plateado y con el remate y galleta dorados. Le acompañarán cuatro hermanos nazarenos, miembros de la Junta de Gobierno con varas de presidencia. Tras la presidencia figuran dos hermanos nazarenos que portarán sendas bocinas, diseñadas por Antonio Romero en 1901 y con paños bordados sobre terciopelo morado de Rodríguez Ojeda.
A continuación se coloca el cortejo litúrgico del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, formado por seis ciriales de metal plateado con cera roja y cuatro incensarios de metal plateado portados por acólitos revestidos de alba, cíngulo y dalmáticas de terciopelo rojo y seda del mismo color brocada en hilo de oro, con galón de hilo de oro y sus correspondientes cuellos. Los cela un pertiguero revestido de ropón de terciopelo rojo con galón de oro, gola y puñetas de hilo blanco, que porta una pértiga confeccionada a partir del asta de una antigua insignia en 1989 y lleva al pecho un medallón de plata repujada que representa el escudo corporativo con el viril eucarístico en el centro. Tres monaguillos vestidos con túnica de raso morado romano sin cola y sobrepellices blancos, que portan la naveta, la bolsa de carbón y lo necesario para encender los ciriales así como el consumo de los incensarios.
Seguidamente figura el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de cuyo discurrir es responsable el nazareno fiscal de paso. Lleva cuatro nazarenos manigueteros, uno en cada manigueta, los cuales visten el hábito nazareno sin el capirote, cayendo la punta del antifaz sobre la espalda. El paso calza 35 costaleros que son hermanos y están a las órdenes del capataz general, N.H.D. Rafael Ariza Moreno y sus auxiliares.

Tras el paso, se dispone la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Sol, que lo hace desde la Semana Santa de 1984, interpretando marchas procesionales.
El cortejo de Nuestro Padre Jesús Nazareno lo cierran los hermanos nazarenos que portan cruces de penitencia, que son de madera pintada en negro con el escudo de la Archicofradía en la cruceta. Estos nazarenos, como los manigueteros, prescinden del capirote, dejando que la punta del antifaz caiga sobre la espalda.