Se trata de una insignia que alude a uno de los dos dogmas marianos señalados por el magisterio de la Iglesia. Desde 1950 la Gloriosa Asunción de María Santísima a los Cielos en cuerpo y alma es un dogma de la Iglesia Universal. Previamente la Archicofradía había incorporado al texto de su protestación la que hasta ese momento era una creencia piadosa.
La defensa de este dogma de fe se materializa en una bandera formada por un cuadrado de raso de seda blanco, atravesado por dos franjas del mismo tejido en color azul celeste. Se tiene constancia de su uso en el cortejo procesional desde los años setenta, si bien la que actualmente figura en la Estación de Penitencia fue confeccionada en los talleres de la Archicofradía, bendiciéndose en 2004 y estrenándose en la Semana Santa del año siguiente. La bandera presenta en el centro de la cruz el anagrama de María bordado en oro a realce según diseño y dirección de José Manuel Lozano.
En lo que corresponde al asta, no se conoce su autor aunque es fechable a mediados del siglo XX. Se remata con una cruz de fundición plateada.