Trabajos de remozamiento, pintura y limpieza del templo

Trabajos de remozamiento, pintura y limpieza del templo parroquial de la O

Entre finales del mes de julio y comienzos de septiembre, continuando con el programa de actuaciones previsto, se han venido desarrollando diversos trabajos orientados a mejorar el aspecto interior de nuestro templo propio parroquial y que han consistido en una limpieza general, pintura y remozamiento del mismo.

Una vez finalizaron los cultos en honor a Nuestra Señora del Carmen se comenzaron las actuaciones preparatorias, retirando todo el mobiliario del templo, así como cuadros e imágenes escultóricas expuestos al culto y la veneración de los fieles en nuestra sede canónica. De igual modo, fueron retiradas las imágenes de nuestros amantísimos titulares que durante todo el desarrollo de los trabajos han permanecido en la Sala Capitular de la Archicofradía.

En este punto se ha tenido especial atención a los cuadros y esculturas que cuelgan de los muros y se veneran en los diferentes altares de la iglesia, los cuales han sido sometidos a un proceso de conservación preventiva consistente en la retirada mediante aspiración del polvo superficial. Se ha aprovechado también para revisar el estado de conservación de todas estas piezas de cara a poder determinar en cada caso las prioridades de actuación, si fuera oportuno. Estas tareas han sido llevadas a cabo por N.H.D. Pablo Reina Cáceres, estudiante del último curso del Grado en Conservación y Restauración. Con estos trabajos de conservación preventiva se contribuye muy especialmente a la estabilidad de los bienes culturales que integran el abundante y valioso patrimonio artístico que posee nuestra Archicofradía.

Tras quedar la iglesia expedita, comenzaron por parte de la empresa especializada, los trabajos preparatorios para la pintura, comenzando por repasar y subsanar todas las grietas, desconchados y fisuras detectados durante los últimos años, así como la retirada de todos aquellos elementos metálicos sin uso concreto que durante décadas se han ido acumulando en los muros de nuestro templo. Con el objeto de minimizar el impacto de las labores de pintura y para preservar retablos, órgano, altares, columnas, zócalos, rejas, etc. se ha procedido a cubrirlos con plásticos protectores, siendo especialmente significativo el altar de la cruz de carey y plata de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pieza que por sus dimensiones y naturaleza se ha convenido permanezca embalada en su lugar habitual, protegido igualmente el altar con el correspondiente plástico.

Con el inicio del mes de agosto comenzaron las labores de pintura del templo propiamente dichas. A tal fin se deshollinó la suciedad superficial acumulada en los paramentos y superficies, sobre todo y especialmente sobre cornisas, arcos, molduras y salientes. Hecho lo cual se ha procedido a pintar todos los muros, arcos, bóvedas y yeserías del templo. En los muros se ha mantenido el color blanco de fondo, aplicado con técnicas de microaspersión, lo que propicia un acabado uniforme y suficientemente grueso con una sola pasada de aplicación que equivale al menos a tres manos de pintura convencional. Aprovechando esta actuación de pintura se ha procedido a cambiar el color con el que estaban pintadas las yeserías y líneas arquitectónicas del templo. Con carácter previo se realizaron toda una serie de pruebas de color con el objetivo de que el tono que se eligiese contribuyera a mejorar la percepción de la arquitectura y especialidad del templo, armonizando con el resto de elementos del mismo, tales como los fondos burdeos de los altares de la cabecera de las naves laterales, como el entelado del altar de la cruz de carey y plata, así como los elementos marmóreos cárdenos predominantes en la arquitectura de nuestro templo. Tras diversas pruebas se ha optado por un color de tonalidad rojiza, derivado del almagra y que comercialmente se denomina “ladrillo”, que cumple los objetivos expresados además de estar en consonancia con las tonalidades que desde hace tres décadas predominan en la fachada y torre de nuestra sede canónica. Los paramentos del sagrario se han pintado igualmente de color marfil los verticales y en blanco las bóvedas, respetando el acabado dorado de la cornisa.

Por lo que respecta a los elementos de forja tales como rejas, barandas, comulgatorio, y soportes de lámparas del sagrario, se ha recuperado el acabado dorado que antaño lucieron estos elementos metálicos de nuestra iglesia.
Al tiempo que se desarrollaban los trabajos de pintura del templo, se ha procedido a limpiar todos los puntos de iluminación, con especial atención a las tiras de luz led que fueron colocadas hace más de una década sobre las cornisas del templo, ya que el polvo y suciedad que las cubría había mermado considerablemente su intensidad. De igual modo, se ha procedido a la limpieza de todos los ventanales y vitrales de la iglesia. Mención especial merece la rehabilitación de un óculo de iluminación que durante muchas décadas ha permanecido cegado en la cabecera de la nave del Evangelio, y que ahora permite una mejor iluminación natural de este espacio.

Dentro del capitulo de mejoras introducidas a propósito de este proceso de pintura, se han dotado del referido color “ladrillo” los fondos de los altares de los pies de la nave del Evangelio, presidido por el lienzo de Santa Bárbara y el que ocupa la vitrina del simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen en la nave de la Epístola, homogenizando así la percepción de todos los altares del templo. En el caso del referido altar de Santa Bárbara, se ha añadido una moldura de yeso con el mismo perfil que las que enmarcan los altares de la nave de la Epístola, hecho que ha contribuido a dignificar este altar. De igual modo se ha aplicado este color en el derrame de algunos de los huecos de iluminación, el testero del coro bajo y en las jambas de la puerta principal.

Para finalizar con los trabajos de pintura, se han repasado los quicios y aristas del zócalo de la iglesia, allí donde no hay revestimiento cerámico, contribuyendo a una lectura visual más homogénea del conjunto. De igual modo se ha pintado la puerta de acceso a la casa de hermandad, así como los muros de la sala capitular antigua.

Todos estos trabajos han sido desarrollados por la empresa especializada “SLV sin límite vertical”.

Otra de las actuaciones que han sido llevadas a cabo durante estas semanas en que el templo ha estado cerrado al culto por estas labores de remozamiento, pintura y limpieza ha consistido en el desempolvado del retablo mayor de nuestro templo propio parroquial.

Aprovechando el desalojo de las imágenes de los titulares de la Archicofradía y la posibilidad de instalar los medios necesarios para acceder a las partes altas del retablo mayor, el equipo formado por Mari Cruz Gabarro Bando, José Carmelo Gómez Quiles y Francisco Jesús Luna Ramos, profesionales titulados en conservación y restauración, han llevado a cabo trabajos de eliminación de los gruesos depósitos de polvo y hollín acumulados en zonas habitualmente inaccesibles del retablo, por medios mecánicos, aspiración, así como soluciones acuosas inocuas para la conservación del dorado y policromía del retablo. Esta actuación no sólo ha permitido mejorar el aspecto y percepción del retablo, uno de los bienes más preciados de nuestro patrimonio, sino que ha posibilitado evaluar de cerca y concretamente su estado de conservación, a través de un reconocimiento directo que nos permite tomar conciencia de los factores de deterioro y sus efectos, así como las patologías y alteraciones presentes de cara a eventuales y futuras actuaciones en materia de conservación del retablo que puedan estimarse oportunas.

Una vez finalizadas las fases anteriores, se ha llevado a cabo una limpieza en profundidad de todo el templo, centrando la atención especialmente en la solería, que ha sido pulida y acristalada como cada año tras el verano, así como la limpieza de todas las superficies cerámicas y marmóreas del zócalo, frentes de azulejos y bases de los machones del presbiterio. Muy singular ha sido el tratamiento aplicado al gran retablo de cerámica vidriada que preside la capilla sacramental, cuya limpieza ha dado un resultado muy elocuente del rico colorido original de este singular marco arquitectónico en el que se custodia a Jesús Sacramentado y a su bendita imagen con la cruz a cuestas. De igual modo se ha procedido a la limpieza del retablo de Nuestra Señora de Guadalupe con similar resultado. Estas tareas han sido desarrolladas por la empresa especializada Cohiser, quien habitualmente presta sus servicios a la Archicofradía.

Para lograr una mayor homogeneidad estética del templo, se han confeccionado nuevos paños para todos los altares, en tejido de damasco burdeos con remate de pasamanería a juego y en tejido de damasco blanco, en el caso del altar del Sagrario. Estos trabajos han sido realizado por N.H.Dª. Concepción Merino Ávila.

De este modo, todas las actuaciones descritas han venido a completar uno más de los puntos de compromiso adquiridos por la actual junta de gobierno para con los hermanos de La O: el remozamiento, pintura y limpieza de nuestra sede canónica y que comenzaron con el proceso de enmaderado, forrado y aislamiento de la puerta principal del templo el pasado otoño, y que continuaron en Cuaresma con la pintura y restauración de la fachada y torre campanario, así como la restauración y mecanizado automático del cuerpo de campanas del mismo. Trabajos que ahora concluyen con las actuaciones descritas en estas líneas en el interior de la iglesia.

La Archicofradía, a través de la junta de gobierno desea expresar su profunda gratitud a cuantos hermanos han colaborado voluntariamente con las tareas de desmontaje, traslado, limpieza y adecentamiento del templo, así como a las empresas y profesionales que han tomado parte en las diversas tareas con eficaz servicio. Sin ellos el excelente resultado final hubiera sido imposible. Especial mención merecen nuestros dos sacristanes, D. José Luis y D. José Javier, por su constante y entregada disposición demostrados en todo momento han contribuido de manera indispensable a la buena marcha de los trabajos. A todos ellos GRACIAS.

Triana, 8 de septiembre de 2023
AMDG

 

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