Crónica de la Semana Santa de 2021

Altar para la celebración de los cultos de la Semana Santa de 2021
Altar para la celebración de los cultos de la Semana Santa de 2021

Todos sabíamos que esta iba a ser una Semana Santa difícil. Estábamos aliviados al menos, porque este año podríamos compartirla unidos físicamente en La O.

También sabíamos que iba a ser dura, que echaríamos muchas cosas de menos, sobre todo nuestra Estación de Penitencia, ya que perdíamos un acto de culto que especialmente caracteriza nuestra forma de vivir, no sólo la semana grande, sino toda nuestra vida como católicos.

Es cierto que “no habría cofradías, pero sí Semana Santa”. Una frase que tantas veces se ha oído y que siendo así, no servía en modo alguno de consuelo para el dolor por la ausencia de todo aquello que iba a faltar en nuestra Semana Santa.

Nuestra intención ha sido vivir esta Semana Santa de la mejor manera posible, sin olvidar en ningún momento nuestros recuerdos y vivencias cofrades, pero celebrándola auténtica e intensamente, como así nos atrevemos a decir que lo hemos hecho.

Todo ha sido posible gracias al trabajo, de quienes vivimos el día a día de nuestra Archicofradía, que va más allá de la junta de gobierno y de nuestro párroco y director espiritual.

El empeño era hacer posible una nueva Semana Santa, basada en celebrar nuestra fe, vivir la semana más importante para un cristiano, y tan esperada para un cofrade que vive su fe en la hermandad. Todo esto con la idiosincrasia del “ser de la O” que va unido a ser parte de la Comunidad de la O.

El inicio de la Semana Santa de 2021 tuvo como punto de partida la cuestión de cómo celebrarla en medio de las circunstancias y dificultades sobrevenidas que nos rodean. Necesitábamos sentirnos unidos y cercanos; tenernos unos a otros, en torno al Señor y a la Virgen. Además, para un hermano de la O, el Santísimo Sacramento es nuestro primer titular; Nuestra primera devoción, a quien adoramos realmente presente entre nosotros, y a quien identificamos con el dulcísimo rostro de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en quien reconocemos al Señor. Esta primera realidad era lo que queríamos testimoniar. Conociendo lo que celebramos cada día del Triduo Pascual era fácil y teníamos claro por dónde empezar a trabajar.  Y así, nuestro hermano mayor y priostes, de la mano de nuestro párroco y director espiritual, fueron esbozando cómo sería el altar para la celebración de los cultos. Un año tan distinto y excepcional en el que por segundo año consecutivo no habría pasos montados en nuestro templo, en el que se planteaba la doble necesidad de mostrar de forma cercana las imágenes de nuestros sagrados titulares, cumpliendo con la solemnidad y particularidades de la liturgia de estos días.

Altar del Domingo de Ramos de 2021
Altar del Domingo de Ramos de 2021

Así, el lunes de pasión, todo quedó preparado para el inicio de la celebración. Y de este modo, ese día se empezó a celebrar la Semana Santa en La O.

Muchos se sorprendieron, otros se emocionaron, otros no entendieron, otros juzgaron, pero lo importante es que se vislumbraba que algo grande iba a acontecer.

Todos los paramentos de la capilla mayor se dispusieron con cortinas de terciopelo burdeos, cubriendo casi completamente el retablo mayor. Sobre el suelo del presbiterio, convenientemente ampliado con dos tarimas para mejorar la capacidad del espacio celebrativo, se dispuso un primer nivel, elevado unos cincuenta centímetros, utilizando como frente los respiraderos del paso de María Santísima de La O. En este primer nivel, y sobre dos nuevas peanas de madera dorada hechas al efecto, se entronizaron las imágenes de nuestros sagrados titulares: el Señor en el lado del Evangelio y la Santísima Virgen en el de la epístola. Ambas imágenes fueron ataviadas con todos los atributos y elementos propios de la salida procesional, incluyendo la cruz de carey y plata del Señor y el manto de salida de María Santísima de La O, magistralmente recogido por nuestro vestidor, ofreciendo ambos una estampa inédita. Tras ellos, se dispuso un altar efímero de estructura escalonada y decreciente, respaldado por el dosel y empleándose como fondo el tapiz de sobretecho del palio de María Santísima de La O. Sobre el último nivel de ese altar se colocó un plan de cera con seis candeleros y crucifijo, como marca la liturgia.

Y llegamos al Viernes de Dolores, que no quisimos ni cambiar el nombre de la misa que establecen nuestras reglas: preparatoria para la Estación de Penitencia, y nuestro párroco, en su homilía nos dijo que “¿cómo que no íbamos a hacer nuestra penitencia?, que uniéndonos a la Pasión del Señor y a su dolor, ya estábamos caminando junto a Él y que este año más aún íbamos a sentir su dolor”. Esas palabras consolaban en un ambiente que aún con una misa cantada, alegre y muy bien elegida por el cantor, Francis Segura, no permitía superar la frialdad, tristeza y añoranza, que sentíamos al recordar la imagen de nuestro templo con los pasos.

Al término de la misa, nuestro hermano mayor nos dirigió unas palabras exhortándonos a vivir una Semana Santa con plenitud y madurez cristiana, desde nuestro carisma de cofrades y miembros de la Iglesia a través de nuestra comunidad parroquial y a no perder la ilusión ni la confianza en Dios por muy adversas que sean las circunstancias.

Palmas en el Domingo de Ramos de 2021
Palmas en el Domingo de Ramos de 2021

Pero el Domingo de Ramos llegó y el Señor entró en Jerusalén, y comenzó realmente a

celebrarse la Semana Santa en La O, sin procesión de palmas, pero como siempre hemos empezado, con la misma alegría de los niños hebreos al paso del Redentor, festejando la entrada del Nazareno en la ciudad santa.

Aún con el aforo permitido al completo, la enorme sensación de vacío por la ausencia de nuestros pasos sólo era paliada por la estrecha cercanía de las benditas imágenes de nuestros titulares en el altar extraordinario. No parecía Semana Santa, pero lo era; vestíamos nuestras mejores galas y nos reuníamos entorno al altar para recordar la Pasión del Señor, que fue proclamada por José Luis, Guillermo y D. Óscar. Celebrábamos que Aquel al que acompañábamos con palmas y cantos, moriría en la Cruz, y no podemos olvidar que ese camino hay que recorrerlo hasta el final.

Lectura de la Pasión Domingo de Ramos de 2021
Lectura de la Pasión Domingo de Ramos de 2021

Caminando con Jesús, que está dispuesto a cargar con el peso de nuestros pecados, podremos soportar nuestras propias cruces. Empezaba así nuestro camino acompañando al Nazareno que nos llevaría a la Salvación. Nos acompañaba la Virgen, Ella que nunca pierde la esperanza, la de La O, la que es ejemplo de seguimiento al Señor. D. Óscar nos pedía que no perdiésemos la alegría y la ilusión, viviendo cada sentimiento en su momento, sin dejarnos llevar por el abatimiento y la crispación que nos envuelve, porque lo nuestro es la vida.

Tras la misa, se reanudaba la visita al templo. Numerosos hermanos, feligreses, devotos y visitantes conformaron la cola que se disponía en dirección al Paseo Ntra. Sra. de La O, por el callejón Párroco D. Pedro Ramos, guardando en todo momento las medidas sanitarias dispuestas y establecidas para el mejor desarrollo de la jornada y siguiendo el plan acordado para cuidar y proteger la salud de todos.

Domingo de Ramos de 2021 en la O
Domingo de Ramos de 2021 en la O

Así discurrieron el lunes, martes y miércoles santo, con una riada de público ávido de vivir, sentir y participar de estos atípicos días.

Y el Jueves Santo se presentó el altar renovado; sobre el último nivel del altar efímero, se dispuso el monumento eucarístico de plata en el que, tras la conmemoración de la Cena del Señor, quedó reservado el Santísimo Sacramento, primer titular de la Archicofradía. El monumento se conformó con la peana de besamanos de María Santísima de La O, sobre el que se colocó el tabernáculo de plata de la capilla sacramental, rematado por la antigua puerta de plata del sagrario del retablo mayor y la cúpula del mencionado tabernáculo, ofreciendo una estructura decreciente. Bajo el monumento, se dispuso un antiguo frontal de altar de seda blanca bordado en sedas de colores. Alrededor del monumento eucarístico, aparte de abundante candelería con cera y jarras con flores, se ubicaron las esculturas de los cuatro evangelistas del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, evocando así que fueron ellos los que recibieron la inspiración del paráclito para dejar por escrito la verdad revelada sobre la buena noticia de Cristo.

Altar del Jueves Santo de la Semana Santa de 2021
Altar del Jueves Santo de la Semana Santa de 2021

El altar alcanzó su máximo esplendor, celebrábamos el día de la institución de la Eucaristía, la institución del Sacerdocio, el día del Amor Fraterno, todo estaba destinado para dar la mayor gloria y dignidad al Señor Sacramentado. Elegimos la mejor parte que es siempre estar cerca del Señor, y así fuimos felicitados por nuestro cura párroco.

El Jueves Santo supuso, como siempre, un incremento en la intensidad de las vivencias y en la importancia de las celebraciones. A esto se sumó un aumento en el caudal de las visitas de hermanos, feligreses y devotos, así como de autoridades, y representaciones de otras hermandades, instituciones, entre las que destacó la presencia del Exmo. Sr. General de división D. Enrique Jesús Biosca, director de enseñanza del Ejército del Aire, quien oró ante nuestros titulares y firmó en el libro de honor de la Archicofradía. De igual modo, comenzaron a llegar innumerables ofrendas florales que fueron conformando un auténtico tapiz ante el altar.

Detalle del Altar del Jueves Santo de la Semana Santa de 2021
Detalle del Altar del Jueves Santo de la Semana Santa de 2021

De especial mención fue la hora santa ante el monumento en el que quedó reservado el Santísimo Sacramento, tras la celebración de la conmemoración de la Cena del Señor. Un espacio para el auténtico recogimiento y de profunda oración, que fue seguido con gran devoción y respeto.

Amaneció el viernes más esperado del año, a las 9 de la mañana se abrían las puertas del templo con ganas de encontrarnos con los hermanos y que a su vez ellos se encontraran con el Señor. Queríamos celebrar el día más unidos que nunca, unidos en la oración, en la fe que nos enseñaron nuestros mayores, aquellos a los que más echábamos de menos, a los cercanos y a los lejanos, porque sin ellos nunca hubiésemos sido la hermandad que somos.

Nuestro pastor, el señor arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo Pelegrina, nos visitaba como cada Viernes Santo, rezando ante el monumento y nos dirigía unas palabras que guiarían la celebración posterior de la Pasión del Señor, donde adoraríamos la Cruz. D. Marcelino, delegado episcopal para Hermandades y Cofradías y el presidente del Consejo que lo acompañaban, nos felicitaban por el altar montado y expresaban su impresión de estar tan cerca del Nazareno.

Visita de Nuestro pastor, el señor arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo Pelegrina
Visita de Nuestro pastor, el señor arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo Pelegrina

Tras esta visita, la mañana se llenó de atenciones de nuestros hermanos que se plasmaron en oraciones guiadas por nuestro director espiritual y que permanecían en las múltiples ofrendas florales.

Así nuestros costaleros que se unieron en su visita, oración y ofrenda de flores al Señor y a la Virgen, haciendo además un donativo para nuestra Bolsa de Caridad, daban testimonio del amor a nuestros titulares con emoción contenida, intentando concentrar en una mirada, en una foto, en un padrenuestro, todo un Viernes Santo; unos minutos, que fueron suficientes para sentir el orgullo de ser costaleros de La O, los que soportan el dolor del Señor y de la Virgen, los que nunca los dejan solos. Los que nos hacen disfrutar de Ellos cada tarde del Viernes Santo. Pronto volveréis a sentir el peso de los pasos sobre vuestros hombros…

Representación de nuestra querida Banda de Nuestra Sra. del Sol
Representación de nuestra querida Banda de Nuestra Sra. del Sol

Al mediodía del Viernes Santo, y de cara a la conmemoración de la Pasión del Señor, fue retirada la reserva de Su Divina Majestad y providencialmente, una representación de nuestra querida Banda de Nuestra Sra. del Sol provistos de sus vistosos uniformes, se sumaban con los sones de clarines y tambores a este solemne acto, haciéndose presentes en la calle Castilla un año más. Momento tras el cual, se desmantelaba la parte del altar que constituía el monumento, despojándose los altares de cera y ornamento y quedando sólo luces de respeto ante las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de La O.

Nos preparábamos de la mejor manera la celebración de la Muerte del Señor, en el segundo día del Triduo Pascual, en el que a las 15:30 h. nos unimos a toda la Iglesia para participar del memorial solemne del acto de inmenso amor por el que fuimos salvados. Jesús, el Dios humanado, el dulcísimo cordero, nuestro padre amoroso, se inmolaba por nosotros clavado en la cruz. Una cruz, que desde ese momento se convertía en el árbol glorioso de la Salvación, al que posteriormente, humildes, de hinojos, adoramos.

Y de repente, todo se tornó en austeridad, sobriedad, antesala de la oscuridad, recordábamos la cita del Evangelio de San Lucas: “El sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por medio” (Lc 24, 45). El altar fue despojado de todo su esplendor, para así cumplir con las especificaciones de la liturgia del día, en el que los altares se desvisten, dejando todo vacío. Pasamos del todo a la nada. Íbamos a sentir el peso de la Cruz, el peso de nuestros pecados. Vivimos la entrega definitiva, del que da la vida por todos, sentimos el amor de Dios en la entrega de Jesús Nazareno. Y nos unimos, con nuestros rotos, al Señor al que seguimos, en la calle, a pie… todos los días, y aunque tocara soportar el peso de la Cruz, sabíamos que Él nos ayuda porque solos no podemos con ella.

Altar con la Santa Cruz - Tarde del Viernes Santo de 2021
Altar con la Santa Cruz – Tarde del Viernes Santo de 2021

Tras la celebración de los santos oficios, se entronizó la cruz de guía de la Archicofradía, realizada en 1903, sobre el último piso del altar efímero, escoltada por los dos faroles que le dan luz cada Viernes Santo. Nos poníamos tras la Cruz, que esta vez no recorrería las calles de Triana y Sevilla, pero que nos volvería a salvar. Solemne e impresionante procesión, en la que nuestro hermano Manuel Hernández, portaba la señal del cristiano, junto con Guillermo Martínez y Antonio Palma, que la acompañan con los faroles que nuestros priostes y mayordomo colocaban en lo más alto del altar, solo adornada con flores muertas. Empezaba así la tarde del Viernes Santo con un dolor que se nos clavaba en el corazón.

Y las horas que parecían se nos iban a hacer eternas, se fueron volando, y sin más el templo parroquial se nos llenaba de hermanos que deseaban unirse en la oración. El Vía Crucis que nuestra regla 46ª dispone en sustitución de la Estación de Penitencia, que habíamos organizado en colaboración estrecha con nuestro Párroco y Director Espiritual, y siguiendo las directrices marcadas por la Delegación Diocesana de Liturgia y la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías, comenzaba puntualmente a las 19:00 horas. Así nos unimos como Hermandad en la oración, para ofrecer al Señor el ejercicio del santo Vía crucis de la misma manera en que otros años hemos ofrecido la penitencia en las calles y plazas, confiando que Él tenga a bien aceptarlo junto al sacrificio de su Pasión y Cruz. También nos unimos en fraternal abrazo a todas las Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla en este acto de piedad con la siguiente intención: “Por el fin de la pandemia que nos golpea, por la curación de los enfermos, por la salvación de los que han fallecido, y por el consuelo y fortaleza de sus familiares y amigos. Por nuestro arzobispo D. Juan José, por su salud y sus intenciones, y por el próximo Arzobispo de Sevilla.”

Viacrucis Penitencial - Viernes Santo de 2021
Viacrucis Penitencial – Viernes Santo de 2021

Abrazábamos la otra Cruz de guía (¿por esto tendremos 2 cruces de guía? ¿para usarlas las 2 en este extraño Viernes Santo? Pensaba esta cronista…). Desde la sala capitular antigua se disponían nuestros acólitos precedidos de una monaguilla que portaba la tradicional matraca, cuyo ronco sonido nos sobresaltaba y hacía reparar en la austeridad y quebranto del Viernes Santo. Les seguía la Santa Cruz, que portaba nuestro secretario y tras él, nuestro cura párroco. El cortejo se encaminó hacia el altar en el que se rezaría el piadoso Via Crucis. Todos sentados, rezando, seguíamos a la Cruz. Con el corazón encogido escuchábamos el sonido de la matraca que anunciaba cada estación, proclamada por D. Óscar y reflexionada por cada lector elegido, que dejaban en ellas un poco de sí. Todo nos trasladaba a la SIC y recorríamos sus naves escuchando también la matraca de la Giralda que anuncia la muerte de Cristo.

Rezo del Santo Via Crucis - Viernes Santo de 2021
Rezo del Santo Via Crucis – Viernes Santo de 2021

El selecto acompañamiento musical contribuyó notablemente al recogimiento y la meditación, y así, entre canto y canto, surgió la voz del pueblo en forma de saeta, que nos encogió el alma recordando, las numerosas y anónimas oraciones, que reciben nuestros Sagrados Titulares durante la Estación de Penitencia. El rezo cantado del Padre Nuestro dedicado al Señor y recuperado para la ocasión, puso punto final a un acto que, por su belleza y contenido espiritual, quedará en el recuerdo de todos los que tuvimos la suerte de vivirlo.

Amaneció el Sábado Santo y pese a que el templo permaneció cerrado durante toda la mañana, con cansancio, pero con la satisfacción de lo vivido el día anterior, nos dimos cita en la casa de todos los hermanos y hermanas de La O, para replantear nuevamente el altar mayor y así disponerlo todo para celebrar con la alegría, la inminente Resurrección de Jesús Nazareno, una nueva Vigilia Pascual.

Se retiró toda la estructura efímera del presbiterio, la imagen de María Santísima de La O fue entronizada en el camarín del retablo mayor, sustituyendo el manto bordado de salida por otro rojo de terciopelo liso.

Vigilia Pascual - Sábado Santo de 2021
Vigilia Pascual – Sábado Santo de 2021

Y en el centro del presbiterio, como en nuestras vidas, y sobre una peana de lirios morados, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Divina y buena persona, encarnación perfecta de la Misericordia de Dios, parecía como que nos susurraba palabras de Vida Eterna. Ya no portaba la cruz de nuestros pecados, porque esa cruz ya no era símbolo de martirio y sí de salvación, como artísticamente quedaba en la plasmado en la pintura que decoraba el cirio pascual. En definitiva, todo estaba preparado para vivir el paso definitivo del Señor por nuestras vidas.

A la siete de la tarde se abrió el templo que congregó a los hermanos y feligreses que, pese al cansancio acumulado por el ajetreo y la emoción contenida durante el día anterior, querían ser testigos de primera mano de lo que acontecería una hora más tarde.

El olor de los numerosos ramos de flores que se exornaban los altares y que habían sido ofrendado a nuestros Sagrados Titulares como tributo de amor, nos inundaba el alma y nos acercaba más a Dios. Todos los sentidos nos llevaban a vivir el gran acontecimiento que estábamos conmemorando. Dejamos la tristeza, la añoranza, para dejarnos invadir por la Luz del mundo. La oscuridad era rota por la luz del Cirio Pascual. No podía ganar la tristeza de la muerte, y la proclamación cantada del Pregón Pascual nos emocionaba e introducía en la celebración de la Resurrección de nuestro Señor.

Detalle del Cirio Pascual de 2021 - Comunidad de la O
Detalle del Cirio Pascual de 2021 – Comunidad de la O

La palabra de Dios que la liturgia dispone para la noche más santa proclamaba la Historia de la Salvación, Redimidos por el amor de un Dios que nos ama hasta el extremo, las lecturas nos recuerdan, desde el Génesis hasta el sepulcro vacío, la paternal misericordia del Señor.

La mañana del Domingo de Resurrección se presentaba incierta en lo meteorológico, pero eso no fue óbice para que, como en días anteriores, se sucedieran las visitas al Señor que, en cumplimiento de nuestras reglas, estaba expuesto a la veneración de los fieles en sustitución de su tradicional besamanos. Este acto de culto presentaba la singularidad de que podía contemplarse al Señor en toda su magnificencia ya que los que llegaban hasta sus benditas plantas podían rodearlo y así disfrutar de perspectivas inéditas hasta ese momento.

Tras la misa de Resurrección, que también es de acción de gracias de la Archicofradía, se reanudó la veneración hasta las ocho de la tarde, momento en que se cerraban las puertas de la Parroquia.

El sol se ponía sobre la torre campanario y caía sobre nosotros, una sensación de melancolía, y de misión cumplida, pese a la adversidad de las circunstancias. Otra Semana Santa más se nos escapaba de entre las manos.

Han sido días de intenso trabajo que han exigido lo mejor de cada uno de nosotros, durante las sesenta y cinco horas que nuestro templo ha permanecido abierto par acoger en su seno a los miles de hermanos, feligreses y devotos que, soportando larguísimas colas, no han querido desaprovechar la oportunidad de estar frente a  nuestros Sagrados Titulares y ofrecerles una oración, una lágrima de agradecimiento o de rogativa, una flor, o simplemente el esfuerzo de desplazarse hasta allí pese a los achaques de la edad.

Veneración de Nuestro Padre Jesús Nazareno - Domingo de Resurrección de 2021
Veneración de Nuestro Padre Jesús Nazareno – Domingo de Resurrección de 2021

A todos muchas gracias por hacernos crecer como cristianos y como comunidad de fieles. Nuestra fe es para ser compartida, no para vivirla individualmente y gracias a vuestra presencia nos habéis permitido crecer como Hermandad y enraizar, aun más si cabe, en esta zona del barrio de Triana, la devoción al Santísimo Sacramento, a Nuestro Padre Jesus Nazareno y a María Santísima de la O.

Cristo vive

Feliz Pascua de Resurrección a todos.